Los Pollos vs. The GambasAhí estuvimos. Nos alimentaron el ego y el estómago y nos permitieron volcar toda nuestra rabia con comentarios certeros, aunque bastante subjetivos, sobre gentuza influyente dentro del mundo del hampa y de la política -valga la redundancia-, modelos del arquetipo egoista de tez bronceada y sonrisa profidén, que sólo engañan a quienes place ser engañados.
Nos gusta el pollo feliz y comprometido.
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